Los Cortes De Pelo Y Arreglos De Barba Más Atractivos Para Hombre (Báses De La Psicobarbería)
Que alguien te resulte más o menos atractiv@ e incluso que te puedas enamorar a primera vista es algo que aunque te cueste creer… la ciencia ya lo ha explicado, y sabemos el cómo y porqué sucede, pues en verdad somos pura biología, pura ciencia descifrable. Así que, como conocemos los mecanismos y qué los despierta podemos aprovechar esa ventaja que nos da el conocimiento para potenciar y ensalzar esos catalizadores que generan esa reacción y que nos harán sexys e irresistibles ante nuestras posibles futuras parejas.

Siempre hay aspectos que podemos potenciar para que los demás nos vean más atractivos o con una aparente mejor genética como es ponernos en buena forma física, vestir con ropa que ensalcen nuestros atributos y oculten nuestros defectos, cortarnos el pelo o la barba de manera que ensalce nuestra morfología natural… y que nos hagan resaltar como más atractivos que la media.
Eso sí, me voy a enfocar sólo en la perspectiva de los hombres pues soy barbero, y voy a centrarme en qué podemos resaltar o mejorar con nuestro pelo para que resultemos más atractivos y efectivos como seductores.
En verdad los hombres ya conocemos muchos de esos mecanismos indirectamente, y por ello hoy en día nos cuidamos más, vamos al gimnasio y cultivamos nuestro cuerpo, pues somos conocedores que a todas las féminas les gustan los abdominales, los bíceps, un buen pecho… pues eso insinúa que tenemos una buena genética y salud, y que podríamos cuidar, y defender a la futura prole.

Más allá de la atracción por el poder, por el dinero, por la fuerza… si hablamos de genética o biología hay una atracción siempre en todas las especies que nos es común, que es… la atracción por los rasgos de género que ensalzan nuestro mejor potencial genético y entre los cuales destaca que se vea nuestra musculatura y tengamos un equilibrio de nuestra grasa corporal, aunque hay mucho más como una buena salud capilar, dental…
Pero además cuando llega el fin de semana y salimos a socializar o seducir también nos peinamos y vestimos de modo distinto a por semana cuando debemos cumplir nuestras obligaciones laborales o de estudio, y muchos adoptan una pose chulesca o misteriosa de manera natural al tomar como ejemplo a otros hombres que son cazadores o seductores naturales y de los que sabemos despiertan pasiones a su caminar. Algunos son actores de cine, otros músicos, otros presentadores de televisión, otros futbolistas, o incluso puede que alguno sea uno de nuestros amigos… la cuestión es que cuando vemos que alguien destaca en eso de resultar sexy y seducir, que le funciona su aspecto… entonces copiamos esa apariencia o actitud que le destaca (neuronas espejo) con la esperanza de que a nosotros también nos resulte igual cuando las féminas nos encuentren ese paralelismo con dicho personaje, y lograr así seducir mejor a quien nos interese en un momento dado, pues resulta como una carta de presentación el que nos encuentren ese paralelismo, y tal vez pensamos que sino pueden tener a ese seductor que tanto les atrae… puedan conformarse con conocer a alguien que puede tener cierta semejanza física o que se lo podamos recordar, y nos podamos convertir en su fantasía, aunque sea por una noche.

Hace unas dos décadas se descubrieron unas neuronas muy especializadas en imitar comportamientos de otros con un fin tanto de integración social en el grupo, como de imitación de los líderes de la manada. Esas neuronas especializadas llamadas neuronas espejo se dan en todas las especies o en casi todas incluidas los humanos, nosotros a través de la sobre explotación de la industria de la moda lo llamamos “modas” o “tendencias” y a veces van contranatura de la propia morfología, pero cumplen su fin principal de integración social.
Y es que los hombres por naturaleza genética y de especie somos cazadores, estamos programados para copular con la idea de esparcir nuestra semilla todo lo que podamos y hacerlo además con las hembras más simétricas, las mejor dotadas genéticamente para mejorar la especie en la siguiente generación, y lo hacemos de manera innata. A hombres y mujeres nos atraen por igual eso que llamamos “gente guapa” que no es más que los mejor dotados genéticamente para procrear y mejorar la especie y que distinguimos a simple vista gracias a nuestro cerebro que valora rápida y eficazmente de un simple vistazo la genética de quienes tenemos alrededor.
Aunque pueda resultar muy pragmático en verdad nuestros cerebros tiene áreas neuronales concretas especializadas para distinguir a nuestras mejores parejas para reproducirnos, capaces de distinguir indicadores que reflejan un mayor potencial reproductor y genético que permita mejorar la especie.
Aunque hombres y mujeres afrontan la sexualidad de maneras muy distintas. Los hombres hemos desarrollado un gusto que es común con indiferencia de la cultura, la edad, la zona del mundo y hasta del tiempo que nos ha tocado vivir; y eso es lo que aborda la “psicología evolucionista” entre otros aspectos y que intenta poner de manifiesto esos patrones comunes que responden tanto a la sexualidad femenina como masculina; preguntas como: ¿Por qué nos resultan sexys determinados rasgos faciales o corporales?. ¿Por qué los hombres se sienten atraídos por jovencitas y, sin embargo las mujeres se sienten interesadas por hombres mayores y bien situados? Y es que estos comportamientos humanos han de ser fruto de nuestra peculiar biología evolutiva bajo el paradigma de hacer pervivir y mejorar la especie, pues sino no abría esa raíz común a lo largo del tiempo y del mundo que distingue además por nuestro sexo el común comportamiento que tenemos.
Así por ejemplo y de forma universal las mujeres más atractivas o sexys son aquellas que exhiben caracteres que indican un alto valor reproductivo y en las que se aprecian características físicas como la juventud, la nariz y mentón pequeño, los labios gruesos, pechos grandes, relación entre cintura y caderas de 0,7… rasgos controlados por los niveles de estrógenos y su equilibrio con la testosterona que establecen cuales son las hembras mejor dotadas para la maternidad, y que “casualmente” son las que nos resultan atractivas a todos los hombres precisamente por esos rasgos y de lo que su genética nos cuentan.

Existen áreas neuronales concretas en el cerebro de todas las especies de seres vivos que se encargan de valorar los indicadores físicos que muestran una mejor genética y salud para la procreación, para el apareamiento. Valoran la juventud, la simetría, el tono muscular y hasta la proporción áurea, además de la salud capilar, dental… Se hace de manera insconciente con miembros de la misma especie; nuestro cerebro actúa en automático y simplemente nos hace o no sentir atracción hacía alguien. Es lo que los humanos llamamos “belleza”.
Por eso desarrollamos un gusto y tenemos la facultad de distinguir esos patrones reproductivos que determinan cuales son más propicias o mejor dotadas para la reproducción con un simple vistazo (menos de 5 segundos tardamos en decidir si alguien nos atrae sexualmente). Que para nuestra mente consciente se traduce en que son más o menos guapas para simplificar todo ese proceso y liberar a nuestra mente consciente para que se ocupe de otras tareas más mundanas como coordinación o supervivencia.
Por ello aunque no tenga mucho sentido intelectualmente si lo pensamos nuestra prioridad como hombres para escoger una pareja no es tanto lo que podamos tener en común y que nos pueda unir o reafirmar al paso del tiempo junto a esa persona, o bien que nos haga sentir mejores personas, o que nos apoye, o nos quiera como somos… sino que muchas veces estamos sólo con mujeres que nos resultan más atractivas aunque no tengamos nada en común, ni posibilidades de tenerlo a futuro por disponer de interés o intelectos distintos o incluso opuestos.
Somos resultado de la biología y genética de nuestra especie, en especial hasta los 24 años que es cuando terminamos de desarrollar el neocortex prefrontal que nos permite pensar y planificar a largo plazo, y así entrar a valorar más allá del simple físico; cosa que no podemos hacer hasta ese momento. Hasta esa edad los hombres somos pura testosterona mayoritariamente que no utiliza la cabeza para pensar, sino para satisfacer sus impulsos (todo aquello que nos haga segregar dopamina, adrenalina, endorfinas, serotonina…) especialmente sexuales con las hembras mejor dotadas. Y este comportamiento transciende fronteras, culturas, y hasta épocas. Somos pura biología nos guste o no.
Pero las mujeres para con respecto a nosotros los hombres también tienen sus propios patrones, para juzgarnos y valorarnos respecto a otros machos, patrones distintos en consecuencia y que son igualmente comunes más allá de la cultura, la geografía o el tiempo, y en los físicos son los mismos que tienen el resto de especies para juzgarnos a los machos.
Impulsos marcados por la prioridad reproductiva pero enfocada desde el punto de vista de quien engendra y protege a la descendencia hasta que se pueden servir por si mismos, lo cual lo cambia todo con respecto a nosotros los hombres.
Las mujeres como responsables y protagonistas directas de la reproducción de la especie tiene la misión concreta de encontrar al mejor espécimen posible para la procreación, y asegurarse además de que sea leal para cuidar a la futura progenie.
Y eso también esta grabado en sus genes y las hace distinguir y comparar rasgos en zonas concretas del cerebro que sólo tienen esa misión, y así al igual que nosotros distinguen también visualmente cual es el mejor espécimen masculino por su simetría, por su pelo, su edad, sus labios, su mentón, indicadores corporales de elevada testosterona en sangre como musculatura, salud capilar, salud dermatológica, dental… todo lo que les indique cual es el mejor espécimen masculino para su misión reproductora.
Las mujeres tienen la misión reproductora de no sólo mejorar la especie desde el punto de vista genético, sino de proteger a la descendencia hasta que se puedan servir por si mismos. Y ello hace que no escojan sólo a los hombres por su mejor potencial, sino que busquen al mejor espécimen para que se quede con ellas y cuide de la progenie. Por ese rol, importancia y potencial en la reproducción ellas son más selectivas, más fieles, y no se van tan fácilmente a la cama con un hombre pues no tienen las mismas misiones biológicas en la reproducción, que es la función biológica que nos domina más allá de la supervivencia como especie a unos y otras.
Mientras la misión de los hombres es esparcir la semilla de la especie, la de las mujeres es asegurarse de hacer la mejor elección entre los hombres disponibles, asegurándose también que estén bien dotados para mejorar la especie, pero sobre todo asegurarse que se queden al menos el tiempo suficiente como para cuidar la manada hasta que se valgan por sí mismos. Vamos, lo mismo que observamos en la naturaleza del resto de especies, y es que los humanos no somos tan distintos al resto de especies y nos unen más cosas de las que vemos a simple vista cuando las estudiamos y analizamos.
Una vez sentadas las bases más primarias de la biología y psicología de ambos sexos antes de entrar en los cortes de pelo y barbas que nos hacen más seductores de cara ellas hay que hacer otro matiz importante sobre el comportamiento femenino que tiene que ver con la menstruación y los desequilibrios y variaciones de estrógemos en sangre, hechos demostrados en numerosos estudios.
Cuando se van aproximando a la menstruación suele disminuir el nivel de testosterona en sangre y el balance suele ser favorable al estrógeno, y esto afecta al comportamiento y a sus gustos. A mayor cantidad de estrógenos más sensibilidad y pensamiento a largo plazo tienen las mujeres. Eso hace que ellas busquen o centren su búsqueda de ese candidato más ideal en hombres más maduros, responsables que se puedan quedar a su lado si deciden tener hijos, y que se muestren estables y detallistas (ya que ello indica más implicación en las futuras tareas a realizar en común). En este punto conviene indicar cuales son los cortes de pelo más estables y al tiempo los más masculinos y sus características en común. Os dejo dos enlaces para que los veáis detenidamente:
- Los cortes de pelo que transmiten más estabilidad.
- Los cortes de de pelo más masculinos.
Sin embargo tras la menstruación se produce un incremento de testosterona lo cual hacen que busquen al candidato mejor dotado genéticamente y que destaca por los atributos antes descritos y que se pueden apreciar visualmente (simetría, juventud, desarrollo muscular, salud capilar, dental, mejor proporción áurea…).
Por ello tenemos que tener en cuenta dos variables, los cortes de pelo más masculinos, y los más agresivos cuyos enlaces os pongo a continuación:
- Los cortes de pelo más agresivos.
- Los cortes de de pelo más masculinos.
Es decir, que hay una dualidad en los atributos que les resultan más atractivos que suele depender del periodo menstrual, o mejor dicho del nivel de testosterona en sangre, y a veces más que los atributos físicos priorizan otros factores como la estabilidad, medios, o lealtad para con ella y con la futura progenie que siempre se tiene en mente aunque sea a nivel inconsciente pues esta en nuestra genética, es nuestra biología, que así nos lo dicta y no siempre nos hace consciente de estos pensamientos que hombres y mujeres tenemos igualmente ya que no dependen de nuestra voluntad o intelecto.
Siempre se ha dicho que las mujeres prefieren a los hombres más alfas para tener aventuras sexuales apasionadas, y a los hombres algo más betas para formar pareja y familia; y no falta razón a esta reflexión desde el punto de vista biológico, y desde la psicología evolutiva tiene todo el sentido también si nos paramos a reflexionarlo.

Existe la atracción biológica primaria tanto en hombres como en mujeres, pero no siempre es lo que priorizamos; depende de nuestra edad y desarrollo del neocortex, y depende de los niveles de hormonas en sangre, y de nuestra propia biología y genética para resultar también atractivos a quien nos atrae.
Los resultados de muchos estudios realizados a lo largo y ancho de mundo denotan que las mujeres más simétricas se emparejan con hombres con más recursos. Que los hombres más simétricos pierden la virginidad antes, tienen más parejas sexuales, invierten menos recursos en la relación y son más infieles. Además, su olor resulta más sexy. Por otra parte, la frecuencia de los orgasmos femeninos durante la cópula se correlaciona con el grado de simetría de su pareja, de forma que los hombres más simétricos estimulan más orgasmos en sus parejas (el cerebro de las mujeres les recompensa cuando se acuestan con hombres más simétricos pues son un indicador de mejor genética y ellos les puede llevar a mejorar la especie, por eso el cerebro femenino estimula mayor número de orgasmos con el fin de hacerles repetir la experiencia). Lo más curioso de estos trabajos es que demuestran que nuestro cerebro está capacitado para detectar y responder ante la más mínima asimetría y de forma totalmente inconsciente, tanto en hombres como en mujeres. Y dado que sólo los cortes masculinos que siempre han realizado los barberos son los únicos simétricos esto es algo que deberíamos tener muy en cuenta para resultar más atractivos a las mujeres y a sus cerebros cuando nos ven. Los cortes de peluquería unisex, o los que llevan ellas no son simétricos, ni tienen porque serlo ya que nosotros nos fijamos en otros indicadores que son los que mencione líneas más arriba, y el que nuestro corte de pelo sea o no simétrico nos puede dar o quitar ventaja para resultar más atractivos como consecuencia lógica y demostrada ya que cuando las mujeres nos valoran la simetría cobra un mayor valor para nosotros; y el pelo y la barba nos pueden ayudar a crear una visión más simétrica de nosotros mismos.
Por ello, y fundamentados en la ciencia podemos asegurar que para que nosotros los hombres les resultemos más atractivos a las mentes femeninas (de hombres y mujeres) debemos potenciar algunos factores clave, unos son visuales (formas de vestir, comportarse, llevar el pelo, la barba…), otros son biológicos (simetría, proporción áurea, edad…), y otros son sociales (éxito económico, social, popularidad…).
Gracias a la barba podemos mejorar en apariencia, mejorar nuestra simetría en apariencia como os explico en este vídeo enlace:
Sólo cuando terminamos de desarrollar el neocortex prefrontal en el cerebro empezamos a valorar más cosas en nuestras futuras parejas, pero no antes de esa edad, pues nuestro cerebro esta incompleto y hay cosas que no puede hacer.
Los hombres estamos genéticamente programados para esparcir nuestra semilla el mayor número de veces posible con la pareja que nos resulte más atractiva y que juzgamos como tal por lo que de su genética nos dice su cara, cuerpo, edad… y así tener más posibilidades de propagar la especie y mejorarla. Por ello no solemos desear copular con mujeres poco atractivas, es decir, las que poseen una peor calidad genética en su indicadores físicos pues nuestro cerebro ve y distingue que no podríamos mejorar la especie con ellas ya que poseen una genética más débil tal vez por cuestión de su pelo, simetría, tono muscular, juventud…
La mayor diferencia tal vez sea que la ciencia explica estos comportamientos de manera más razonada, más a fondo el porqué y el cómo de nuestra innata naturaleza humana, al punto que si lo entendemos bien podremos sacarle mejores resultados a nuestra faceta de conquistador, y lograremos seducir o enamorar a primera vista más efectivamente. Pues la naturaleza del hombre es seducir, conquistar; pues más allá de sobrevivir nuestra prioridad es reproducirnos lo cual se traduce en nuestro cerebro masculino como tener sexo, sexo y más sexo.
No voy a entrar a fondo en los procesos de enamoramiento y atracción a primera vista, lo haré muy por encima. Yo como psicobarbero me centrare más en mi parte, la concerniente a como podemos utilizar nuestro pelo para ese objetivo de resultar más sexys y efectivos como hombres en la seducción a primera vista alterando o engañando al cerebro de los demás, haciéndonos más simétricos, tener una mejor salud capilar a primera vista…
A humanos (hombres y mujeres) como especie nos atraen a primera vista cuatro cosas:
Juventud: Entre los 14 y los 24 estamos en nuestro apogeo sexual como especie con el mayor número de hormonas femeninas y masculinas en sangre dependiendo de nuestro sexo. Nuestro cerebro sin embargo no esta preparado para pensar a largo plazo entrando en otras posibles valoraciones sobre compatibilidades ya que aun no ha terminado de desarrollar esa zona del cerebro encargada del pensamiento a largo plazo que es el neocortex prefrontal. Con lo cual nuestras prioridades son alimentarnos, sobrevivir y tener sexo sin entrar en más valoraciones que la prioridad o preferencia por una mejor genética (sólo eso explica fenómenos como Justin Bieber y otros parecidos). Sentimos emociones, y nos dejamos arrastrar al no poder pensar en las consecuencias realmente.

La sutileza de la edad se ven las líneas de la piel, en su tersura, en su color incluso. Signos que todas las especies distinguen en su mente en esas áreas neuronales especializadas, y que ven como máximo apogeo de la vida, y cuando resultamos más atractivos por tanto para la procreación. Y ello nos lo dicta la genética y nuestra biología, pero también la de todas las especies de seres vivos, y es que nada es casual.
Tono muscular: Cuanto mayor sea tu tono muscular mejor genética aparentas o muestras, por eso quien quiere estar guapo se pasa el día en gimnasio, se sabe que un tono muscular adecuado atrae sexualmente a hombres o mujeres desde hace unas cuatro décadas cuando se empezó a estandarizar o popularizar el fisicoculturismo o fittnes en occidente. Durante la juventud suele costar mucho engordar ya que al estar aún creciendo consumimos muchas calorías y nutrientes lo cual nos permite comer mucho y apenas engordar. Además estamos en pleno apogeo sexual. Quien mantiene siempre un buen tono muscular sea hombre o mujer siempre resulta atractivo y despierta el deseo.

Podemos ir cumpliendo años, pero hemos aprendido que si cuidamos nuestra piel con hidratantes, si cuidamos y mimamos nuestro pelo y su apariencia, nuestro cuerpo para que muestre su buena genética y tono muscular seguiremos resultando atractivos durante mucho más tiempo.
La simetría: las caras más simétricas activan las áreas implicadas en el enamoramiento, y es que simetría implica mejor y más fuerte calidad genética, y al distinguirla automáticamente nuestro cerebro primitivo sabe que esa persona sería buena opción para la reproducción, pues garantiza la salud y fortaleza de la progenie que tuviéramos si la escogemos para la reproducción, y como el cerebro es muy listo activa esas zonas de nuestro cerebro para emparejarnos creando un vínculo, y lo hace sin nuestro consentimiento consciente, no cuenta con nosotros ni con nuestra opinión. Simplemente sentimos atracción, no podemos dejar de mirar, y sentimos la dopamina, norepinefrina y oxitocina con las que nuestro cerebro nos recompensa y nos da la señal de que es esa persona la responsable de esa sensación tan grata y placentera como responsable de la segregación de esas hormonas de la felicidad, engañándonos así para hacernos pensar que sentiremos esa felicidad que inunda nuestro torrente sanguíneo si estamos con esa persona. Es la magia de la biología para cumplir su principal fin que no es otro que la reproducción, aunque en la mente del hombre este fin se traduce en tener sexo aunque creamos que no existe un porqué, si lo hay, ese impulso se siente por tener un fin reproductivo más allá que luego lo refrenemos o evitemos poniéndonos un preservativo. Pero la atracción la sentimos para tener sexo y no depende de nuestro cerebro racional, sino del lado más primitivo y que nos ha hecho evolucionar hasta nuestros días.

Las mayores diferencias que solemos tener en el rostro suelen ser entre los pómulos y en la barbilla, y esas las podemos ocultar o compensar en apariencia con la barba, puede ser con una barba corta de unos pocos días o con una más larga. Así mismo las diferencias o asimetrías en nuestra cabeza también las podemos disimular con nuestro corte de pelo o peinado distrayendo la mirada de los demás hacía dónde nosotros queramos si somos conscientes de como hacerlo.
La proporción áurea: es como el número mágico de la naturaleza que se repite una y otra vez y que es algo más que una expresión aritmética que muestra una construcción geométrica que agrada a nuestra a nuestra mente la cual nos compensa con hormonas de la felicidad por la adecuada construcción genética que le asociamos y que nos hace ver a las personas, sus rostros o cuerpos más atractivos si lo vemos desde la perspectiva biológica. Es la adecuada y compensada relación en los elementos del rostro o cuerpo, más allá de la proporción entre dos segmentos de una recta y que se encuentra en figuras geométricas de la naturaleza y al cual atribuimos un carácter estético. Y es que nuestra mente es matemática por naturaleza, se pasa el día haciendo cálculos desde cuando tenemos que dar un paso, coger un vaso… nuestro cerebro tiene que hacer variados cálculos y los realiza de una manera muy concreta de computación, y esas áreas cerebrales les gusta la complejidad de esa relación geométrica que reconoce sin hacernos consciente de ello pues encuentra lógica a un nivel más profundo que sólo es entendible en modo programación biológica.
Con todo, una vez que podemos pensar a largo plazo, una vez que se desarrolla por completo nuestro cerebro (neocortex prefrontal) estos cuatro factores de atracción nos siguen afectando de igual manera, pero no son tan decisivos a partir de ese momento ya que tenemos en cuenta otras circunstancias y fuentes de atracción o admiración en nuestras parejas pensando más en el largo plazo que nuestro cerebro propicia con una mayor secreción de serotonina, pues si nos quedamos en pareja por una parte podemos tener más posibilidades de tener descendencia y por otra salvaguardar con esa unión más a largo plazo la seguridad y supervivencia de la progenie. Y es que nuestro cerebro sabe bien que es bueno para nosotros como especie, y nos recompensa con sustancias que nos hacen sentir felices y plenos, que nos estimulan a seguir un camino adecuado para la supervivencia de la especie.
Por ello si tenemos en cuenta todo lo anterior, si sabemos o conocemos como es nuestra naturaleza, como actúa, como nos valoran a los hombres, como nos pueden ver más guapos o atractivos es algo en lo que podemos influir claramente a nuestro favor.
La parte que a mi me concierne como psicobarbero es la que comprende uno de los factores externos: “El pelo”, pues es un valor importante de salud, de genética (exceso o carencia de sebo), y que puede variar la percepción de nuestra simetría facial o craneal (barba, peinado, corte de pelo) y hasta la de nuestra genética al poder influir en la relación visual (proporcionalidad áurea) de los distintos elementos que componen nuestro rostro o cráneo en función de como llevemos el pelo. Hay claros ejemplos de tipos de barba o cortes de pelo que van contra nuestra genética, contra nuestra fisionomía o morfología pero que se ponen de moda o son tendencia cada cierto tiempo porque algún alfa las pone de moda, pero de eso mejor os hablo en otra ocasión.
Explicar los porqués y hacerlo de manera comprensible no me es sencillo, lleva a veces mucho tiempo, lleva tener que escribir otros artículos antes que expliquen otros muchos detalles que también son relevantes, lleva hacer livianos los artículos, interesantes, digeribles. Con todo espero haber logrado un texto claro en cuanto a la concepción y exposición que pretendía. Con todo sé que el artículo es muy largo, pero argumentar adecuadamente es esencial.
Para mi esto de la barbería o peluquería masculina no es un cuestión de gustos personales, sino que debería ser de criterios, dónde la psicología, la sociología, la biología, la antropología marcarán las pautas en función de lo que quiere resaltar cada cliente en el rol social que escoge al optar por un corte de pelo o arreglo concreto de barba.
Y mientras… si quieres saber más no dejes de suscribirte a nuestra página, al perfil de Facebook, de google, o nuestro canal de Youtube. Y si buscas tener coherencia y la mejor imagen personal no dejes de visitarnos en “La Barbería de Santo Domingo“ en Oviedo, Asturias. Una barbería para clientes como tú.
Ismael, The Barber
P.D.: Todo el concepto de “Psicobarbería“, el significado psicológico de como interpretamos las líneas en la barbas a nivel subconsciente y lo que nos transmiten arreglos en el pelo, los cortes, barbas, bigotes o perillas es una idea original desarrollado por este barbero y públicas en esta web, que asocia distintos estudios y hechos ya probados científicamente para dar a conocer un lenguaje con una base cultural común que es el pelo y los distintos roles que asumimos de manera consciente o no cuando optamos por un estilo u otro.
Por fortuna Google fecha la publicación de estos artículos, de estos trabajos, de estas ideas originales; e indica quien los escribió y formuló, porque más de uno ha querido usurpar y hacer pasar por suyas teorías que no lo son. Lo mínimo es mencionar siempre las fuentes en las que uno se basa para hablar sobre algo, y con ello reconocer el trabajo de los demás.