Los Cortes De Pelo Más Alfas o Masculinos (Báses de la Psicobarbería)

Desde que el hombre desarrollo los primeros instrumentos cortantes ha llevado el pelo corto por una cuestión básicamente práctica para poder realizar las duras tareas físicas que la vida le obligaba para obtener alimento, con objeto de que el pelo nunca fuera una molestia en el desarrollo de las mismas.
Para poder indicar y establecer cuales son los cortes de pelo más masculinos hay que establecer unas bases biológicas, antropológicas, psicológicas, evolutivas y analíticas en las cuales sustentar dicha afirmación para no hacerlo en falso y en vano. Establezcamos unas bases mínimas en común de la manera más liviana posible:
A lo largo de nuestra historia hombres y mujeres hemos desarrollado distintos roles sociales motivados por nuestro papel biológico en la reproducción de la especie, que es nuestra principal función en la vida como seres vivos más allá de sobrevivir; por eso nos atrae y nos gusta tanto el sexo y siempre buscamos o deseamos tener más; es una función biológica muy primaria cuyo fin real es predisponernos para la reproducción, y por la cual nuestro cerebro aprendió a recompensarnos segregando dopamina, endorfinas, serotonina… diferentes hormonas que logran hacernos sentir felices mediante el estimulo de acción-recompensa, y que nos deja relajados y con más ganas de buscar de nuevo repetir una y otra vez esa experiencia dónde tenemos esa recompensa de nuestro cerebro que nos hace sentir tan bien, y así tener más oportunidades con ello de reproducirnos que es la función biológica que esta tras esos comportamientos innatos de nuestra naturaleza tanto en hombres como en mujeres, así como en el resto de especies.
Los hombres tenemos el peculiar rol social de germinadores en nuestra especie y nuestro potencial reproductor es mayor que el de las mujeres y se extiende a toda nuestra vida; nosotros podemos esparcir nuestro ADN en numerosos descendientes si cubrimos a distintas hembras, mientras que las mujeres tienen un número más limitado al tener que engendrarlos durante 9 meses lo cual marca mucho nuestros roles sociales, psicológicos o antropológicos.
El papel de la mujer en nuestra especie es el de engendrar pero conjuntamente también es el de proteger a los descendientes por encima de la relación de pareja, y de su propia vida si fuera necesario.
Estos roles antropobiológicos han producido evoluciones muy distintas en nuestro físico y en nuestra psique, pues afectan a nuestros cerebros y a como sentimos y percibimos el mundo. Por ejemplo durante el embarazo las mujeres aumentan el tamaño de su amígdala lo cual les hace desarrollar una mayor empatía hacia el bebe y creer saber, y adelantarse a lo que le pasa y necesita éste en todo momento; mientras que a los hombres tras que nuestra pareja dé a luz nos baja la producción de testosterona si cuidamos del bebe, y esto la naturaleza lo hace para protegerlo de nosotros los hombres, para que no lo veamos como un rival en nuestra relación con la hembra cuando a esta el bebe le esta reclamando atención por encima de la que nos dedica a nosotros, y esa bajada de testosterona dura un tiempo y mientras cuidemos de este únicamente, tal y como la ciencia ha demostrado.
Motivado por esos roles reproductores, biológicos, antropológicos y emocionales que tenemos como especie y con el fin principal de proteger a la descendencia, los padres de manera ya ancestral tenían que salir en busca de alimento tanto para ellos mismos como para sus bebes y tener en cuenta que si exponían a riesgos mayores a las hembras pondrían en peligro la reproducción de la especie y el cuidado de la descendencia. Y dado que la conexión entre el bebe y quien lo gesta es mucho mayor se priorizó salvaguardar esa relación y mantener la capacidad reproductora de la especie a la hora de buscar alimento y exponerse a mayores riesgos (los hombres somos prescindibles tras la germinación para el cuidado y protección del bebe, no las mujeres).
Por todo ello los hombres empezamos a cazar exponiéndonos más, y las mujeres a recolectar frutas y frutos, y cuando mucho a cazar pequeños animales (intentando no exponerlas a muchos peligros ya que salvaguardar la progenie era la prioridad). De ahí viene el papel clásico del hombre en nuestra peculiar historia y que se asocio a cazar mayores presas y obtener más cantidad de alimento por jornada para así poder abastecer a la unidad familiar al completo. Por ello fuimos teniendo diferentes evoluciones físicas y psíquicas para optimizar nuestra efectividad en ese reparto de tareas que en verdad no decidimos de manera consciente sino biológica.
Fruto de esas adaptaciones los hombres desarrollamos por ejemplo una mayor musculatura con el fin de predisponernos para desempeñar un papel más activo en el abastecimiento de la unidad sexual, familiar y reproductiva: para la caza, la siembra… y las tareas más duras para abastecer a la pareja y descendencia. Tareas estas con las cuales nuestro cerebro nos recompensa segregando serotonina entre otras sustancias y por las cuales mantenemos relaciones más largas y estables en el tiempo, consiguiendo con ello hacernos sentir tranquilos, felices y relajados que es una manera de dotar de estabilidad también a la progenie, y que así tenga más posibilidades de sobrevivir al establecer lazos emocionales que nos harán protegerlos incluso por encima de nuestras vidas mientras crecen y se hacen fuertes para sobrevivir por ellos mismos.

Cuando uno busca denominadores comunes en la peculiar historia de la barbería o peluquería masculina es sencillo darse cuenta de ellos si conoces todos los cortes y como se realizan. Básicamente son la simetría del corte, y que sea tan corto como para no meterse en los ojos los factores más comunes y que se repiten más indistintamente de la cultura y tiempo. Los trabajos más duros siempre han necesitado de una mayor transpiración que se da por la nuca para disipar el calor extra que generamos con el sobresfuerzo, y por ello en los trabajos más duros siempre se han dado cortes de pelo muy cortos.
Si en un momento dado de nuestra evolución, cuando aún no éramos la especie dominante del planeta, las mujeres se hubieran expuesto a esos trabajos o prácticas más peligrosas para la obtención de alimentos en suficiente cantidad junto al hombre hubieran puesto en peligro su papel reproductivo, su maternidad, su capacidad reproductora y protectora a largo plazo si hubieran padecido algún accidente o percance que les supusiera un fuerte traumatismo poniendo en peligro la reproducción y la supervivencia de la propia especie, lo cual la naturaleza resolvió con evoluciones físicas y psíquicas distintas que nos hicieron tomar también roles sociales distintos que en parte se disiparon parcialmente con la hegemonía y superpoblación de la especie en el planeta. Los roles socioculturales no surgieron porqué sí o casualmente en su momento de nuestra evolución, sino para proteger la supervivencia de la especie por encima nuestro, y lo podemos ver y observar en otras muchas especies del planeta, y es que… nada es casual, y a todo se puede hallar explicación.
Llegados a este punto evolutivo del todo necesario explicar los hombres asumimos el rol primigenio de cazadores de grandes mamíferos, y por el cual fuimos teniendo diferentes evoluciones físicas y psíquicas para optimizar nuestra efectividad como siempre ocurre en la naturaleza. Por esta causa por ejemplo los cerebros masculinos no pueden ser multitarea y estar a varias cosas a la vez pues necesitábamos centrar toda nuestra atención en lo que hacíamos en aquellos tiempos primigenios, pues si nos descuidábamos durante la caza de animales grandes y peligrosos podíamos morir, somos genéticamente “monoidea” y tiene su razón de ser, igual que tenemos una vista más desarrollada para el movimientos y otras habilidades que hacen que haya diferencias en los cerebros de hombres y mujeres, y que nos dotan de nuestro peculiar carácter a unos y otros.

El pelo largo en los hombres se puede decir que ha resultado más un estorbo que una ventaja a lo largo de la historia de la humanidad, y en la mayoría de tribus primitivas estudiadas hasta el momento los hombres se decantaron mayoritariamente por llevar el pelo corto diferenciándose así con ello y haciendo de este un rasgo más de género comparativamente con las mujeres; aunque dependía mucho de las religiones o cultos establecidos o de la abundancia de alimento en la diversidad geográfica del mundo y las tribus más primitivas.
De todos es sabido que la amistad entre hombres suele ser mucho más fuerte que entre mujeres, o cuanto menos es más frecuente que así sea, y eso tiene que ver también con esa peculiar adaptación del rol de cazador que tenemos desde tiempos ancestrales por la necesidad de asociación con otros cazadores para lograr presas mayores, y con la cual desarrollamos estrategias y lazos de unión muy fuertes entre hombres (amistad) para que pasara lo que pasara el grupo de cazadores no se disolviera fácilmente, pues sino podía suponer no poder alimentar a la manada, es decir, no sobrevivir como especie. La amistad es más fuerte entre los hombres que entre las mujeres, y lo es de manera muy primigenia y biológica con estructuras grabadas en nuestro cerebros primitivos dónde desarrollamos distintos roles como alfas, betas y omegas que son hereditarios parcialmente. Esos lazos afectivos entre nosotros vienen de esa necesidad primitiva, y de poner la vida en manos de otros iguales durante la caza y por la supervivencia común. Lo cual también nos llevo a darnos cuenta de algunas cosas como que cazar con el pelo largo no era una buena idea pues el pelo se nos metía en los ojos y podía hacerlo en situaciones complicadas ante algún gran animal por ejemplo y poner en peligro nuestra vida o a de nuestros compañeros y amigos de caza.
Con el tiempo dejamos de cazar y nos asentamos en la tierra al descubrir la agricultura, pero para esta dura labor tener el pelo largo también suponía diversos inconvenientes por ejemplo si teníamos demasiado largo el pelo en la zona del flequillo podía suponer que se nos metiera en los ojos arrastrando sudor y cegandonos temporalmente con ello debido a la acidez con los peligros que ello podía suponer en aquel mundo tan hostil, también llevar el pelo demasiado largo en la nuca (más de 8 cm) podía suponernos no transpirar bien, o almacenar demasiada humedad debido al sudor por la dura tarea y que tardaba demasiado en secarse lo que podía hacer que nos constiparamos, y además tener el pelo demasiado largo en la nuca aumenta la temperatura de nuestro cuerpo cansándonos mucho antes, sudando más, y no rindiendo adecuadamente para trabajos duros y a largo plazo. Por eso no suele haber mineros, albañiles, jornaleros… con pelo largo. Y por todas esas razones los cortes de pelo masculinos a lo largo de la historia suelen ser cortos por naturaleza. Pero para todo hay excepciones y sin ser demasiado largo en la ilustración de abajo podemos ver un indígena americano de zona tropical que se dejaban el pelo tan largo como para cubrir bien la nuca y que nos les diera el sol en esta durante su jornada laboral bajo el sol, corte que algunos albañiles mantuvieron hasta hace muy pocos años. Además el clíma marca y mucho el largo del pelo que se lleva al menos en el caso de los hombres y a lo largo de toda nuestra historia.
De la agricultura pasamos a dura vida medieval en occidente, a las guerras, revolución industrial… que también se extendió por otras partes del mundo y dónde el papel del hombre se mantuvo en casi todos los ámbitos igual al que había tenido hasta el momento en la peculiar historia de la humanidad… y con la superpoblación, y sedentarismo de la vida moderna, de la abundancia… los roles establecidos hasta ese momento empezaron a cambiar para algunos estatus sociales que se crearon, aunque no para la mayoría de los hombres, ni para la mayoría social.
En trabajos que requieren de un sobresfuerzo físico tanto hombres como mujeres optan por pelo corto, por efectividad, rendimiento y comodidad, y lo es por todas las razones antes descritas, por ello son los cortes más masculinos o alfas. Los cortes de pelo más masculinos están grabados a fuego en la psique hereditaria que hemos heredado de nuestros ancestros desde tiempos inmemorables y que han sobrevivido hasta ahora de manera nada casual, tienen todas esas razones para haber sobrevivido y ser mantenidos aún hoy en día, con muy pocas variaciones de hecho, pese a la inventiva o imaginación de muchos estilistas de cambiarles el nombre o retomar unos u otros cada cierto tiempo.
El pelo corto en los hombre tiene además otra peculiaridad común que podemos ver en todos ellos a lo largo de su evolución historica: son simétricos, y lo son porque la simetría en el caso de los hombres en un claro indicador de la calidad genética como ya se ha avalado científicamente, por ello los cortes de pelo o las barbas también lo son y siempre todos tenemos la pretensión de que lo sean, es algo instintivo, es algo que sabemos y procuramos.

Desde siempre en el recordar de los tiempos hemos sentido la necesidad tanto hombres como mujeres de diferenciarnos unos de otros, de no ser confundidos ni en la distancia por alguien de nuestro propio sexo ni del contrario lo cual tiene sus ventajas para ambos, nos hemos asegurado de ensalzar nuestros rasgos más sexuales o de género en nuestra apariencia exterior lo cual incluía el pelo como un elemento muy importante para distinguirnos. Por ello las técnicas y cortes de pelo en hombres y mujeres son tan distintas que se distinguen a simple vista.
Para las mujeres la simetría en el pelo no es importante, no influye en como nosotros las vemos o las valoramos. Por ello el pelo corto en mujer y el pelo corto en hombre no son iguales, no se parecen en nada de hecho, por ello la barbería es algo muy especializado en cortes y arreglos “para el hombre” tanto en su pelo como en su barba, y por ello se puede distinguir a simple vista si quien te arregla tu pelo o barba es un peluquero unisex o un barbero, en la simetría del corte se puede ver su formación. Esa necesidad simétrica está en todos los cortes clásicos de pelo que desde hace siglos o décadas nos acompañan desde el corte clásico, al corte clásico anglosajón, al capeado recto para hombre, a la igualación, disminuciones de todo tipo (fade, sombreado, clásica) y es que sólo es sacar denominador común para verlo.
El resto de cortes masculinos llegaron una vez que se establecieron otros trabajos más sedentarios, de menor esfuerzo físico ya fueran intelectuales o de oficina, y que eran mejor remunerados.
Ello hizo que los hombres ya no tuvieran que llevar el pelo corto necesariamente para rendir mejor en sus tareas de supervivencia, y pudieron dejarse el pelo algo más largo llegando los capeados cortos, Pompadour… pero que aunque algo más largos fueran… o tenían que ser y parecer distintos a los cortes de pelo femeninos para que se distinguiera bien su sexo y no ser confundidos en ninguna distancia por otros hombres. Pues si hombres y mujeres lleváramos el pelo corto y ellas se dejaran de maquillar nos daríamos cuenta de que en realidad no somos tan distintos en cuanto al rostro se refiere para saber a simple vista nuestro sexo.
Por ello más allá del pelo (psicobarbería) usamos también la ropa para remarcar nuestros rasgos sexuales propios y que se distinga no sólo nuestro sexo sino nuestra idoneidad como espécimen por encima del resto de competidores. Y así las mujeres lucen escotes y minifaldas junto a vivos colores, y los hombres lucimos biceps, torso, pelo… en un intento de ser el mejor espécimen, el de mejores genes para que podamos ser escogidos en el fin primario de la reproducción.
Por ello, por el tipo de corte de pelo que un hombre lleva, por sus líneas, por su barba, bigote, perilla… podemos saber mucho sobre él. Desde el tipo de trabajo que desempeña si por ejemplo es más físico o intelectual, si es una persona que cuida o no los detalles al ver como lleva arreglado su pelo y su barba, o si va con pelos en las orejas o nariz que son visibles ante los demás y la actitud que él tiene ante este hecho ya sea porque o no lo percibe o bien porque no le importa podemos sacar mucha información sobre la psique del sujeto en cuestión; y ello es algo que hacemos todos seamos o no consciente de esto. Juzgamos por la apariencia del rol que escogen los otros, nos creamos una primera imagen siempre de los demás, y las basamos en esos roles culturales que además se circunscriben a áreas concretas.

Una barba muy dura y densa indica claramente un alto nivel de testosterona en sangre, y si nos fijamos bien en los hombres que tienen este tipo de barba también podremos observar que tienen más pelo en pecho, espalda y nuca que la media. Una cosa es resultado de la otra, y ello también les otorga una serie de peculiaridades en su personalidad como pudiera ser una mayor susceptibilidad, menos paciencia y dotes para cierto tipo de trabajos y relaciones, pues les hace dominantes y autoritarios entre otras muchas peculiaridades. Todo eso y más nos puede decir el pelo de un hombre con un simple vistazo a su barba sobre él, su personalidad o habilidades innatas. Por ejemplo alguien así difícilmente podría ser un relojero artesano o un cirujano cardiovascular por ese nervio y falta de paciencia que les otorga la testosterona, motivo por el cual no se les dará nada bien los deportes de resistencia y sin embargo en los de velocidad o fuerza bruta destacaran. La ciencia nos puede ayuda a entender que nos dice el pelo de los demás, que roles intentan adoptar, y así entender su actitud más vital hacía nosotros y hacía el mundo. Eso es la “psicobarbería” para mí, ese es el lenguaje que yo veo en el pelo tanto en la barba como el corte y modo de peinarnos que escogemos. Nada es casual.
También podemos saber cosas como si tiene más o menos testosterona por el tipo de corte de pelo que escoge, si esta en un estado emocional estable o todo lo contrario, incluso si es una persona conservadora, progresista, superficial y un largo etc… que a través de su pelo podemos sacar en conclusión lógica y razonada, y asociarlo a cientos de estudios que se vienen realizando en distintas universidades del mundo desde los años 50; y es que la psicología a estudiado como al menos los demás nos interpretan o perciben en casos como una entrevista de trabajo o a la hora de escoger pareja sexual o sentimental. Lo único es que esto de la “psicobarbería” no es aplicable a la generalidad del mundo, tiene que ver con culturas antropológicas comunes, así por ejemplo el corte de pelo y manera de vestir o de comportarse de un joven de 17 años actualmente no es igual en España que en Etiopia o en el Amazonas.

La estabilidad mental, la rabia o estar a la defensiva se ve en la cara, pero también se codifica en el pelo, en la forma de vestir, en la gesticulación, en la expresión corporal y es que gracias a la psicología sabemos mucho de todas las maneras por las cuales evidenciamos nuestro estado de animo. Cuando uno quiere resultar agresivo puede hacerlo con mucha sutileza o con todo el descaro, y el pelo es un medio más de codificar ese estado emocional para avisar para poner a los demás sobreaviso.
En occidente tenemos una cultura cada más común gracias a la literatura, al cine, al teatro, a la televisión y a internet, pero con todo tenemos nuestras diferencias o barreras culturales si pensamos en lugares como Mejico, USA, Francia o Italia. Y no todos llevamos el pelo exactamente igual, hay modas que no cruzan fronteras nunca por cuestiones culturales o históricas.
Con todo hay algunas características en común, y si se pueden establecer cuales son los cortes de pelo más agresivos, cuales son los cortes de pelo que transmiten más estabilidad, cuales son los cortes de pelo más masculinos, o cuales nos hacen más atractivos y porqué desde la perspectiva de la psicología evolutiva, y todo lo que ya se ha estudiado hasta la fecha. Y de eso es de lo que os seguiré hablando, escribiendo, explicando y desarrollando en los próximos meses y años. Con la “Psicobarbería” pretendo asociar muchos estudios, muchas conclusiones de diversas áreas que muestran una lectura de lo queremos transmitir a los demás o reflejar para ver en nosotros mismos y que muestran nuestra realidad y pretensiones en el reflejo de como decidimos llevar nuestro pelo y porqué.
Y mientras… si quieres saber más no dejes de suscribirte a nuestra página, al perfil de Facebook, de google, o nuestro canal de Youtube. Y si buscas tener coherencia y la mejor imagen personal no dejes de visitarnos en “La Barbería de Santo Domingo“ en Oviedo, Asturias. Una barbería para clientes como tú.
Ismael, The Barber
P.D.: Todo el concepto de “Psicobarbería“, el significado psicológico de como interpretamos las líneas en la barbas a nivel subconsciente y lo que nos transmiten arreglos en el pelo, los cortes, barbas, bigotes o perillas es una idea original desarrollado por este barbero y públicas en esta web, que asocia distintos estudios y hechos ya probados científicamente para dar a conocer un lenguaje con una base cultural común que es el pelo y los distintos roles que asumimos de manera consciente o no cuando optamos por un estilo u otro.
Por fortuna Google fecha la publicación de estos artículos, de estos trabajos, de estas ideas originales; e indica quien los escribió y formuló, porque más de uno ha querido usurpar y hacer suyas estas teorías que no son.
30 de septiembre de 2016